miércoles, 1 de junio de 2016

La sociedad del cansancio

Capítulo ''Más allá de la sociedad disciplinaria''
       
La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria como la sociedad de Foucault, sino una sociedad de rendimiento, donde sus habitantes ya no son sujetos de obediencia, sino sujetos de rendimiento, emprendedores de sí mismo. Estas sociedades se diferencian en que la sociedad disciplinaria se caracteriza en la negatividad (prohibición), mientras que la sociedad de rendimiento se basa en la positividad (poder); donde los proyectos, las iniciativas y la motivación reemplazan la prohibición, el mandato y la ley. Además, la primera produce locos y  criminales, mientras la segunda produce depresivos y fracasados.

La positividad del poder es mucho más eficiente que la negatividad del deber, por lo que el inconsciente social pasa del deber al poder. Sin embargo el poder no anula el deber.

Alain Ehrenberg sitúa la depresión en el paso de la sociedad disciplinaria a la sociedad de rendimiento. Ehrenberg considera la depresión como la expresión patológica del fracaso del hombre tardo moderno de devenir él mismo.
El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo, voluntariamente, sin coacción externa; es al mismo tiempo, verdugo y víctima. La depresión es la enfermedad de una sociedad que sufre bajo el exceso de positividad.



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